¡UN ATLÉTICO GOLEADOR!

09/11/2023

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LAS CUATRO ESQUINAS

ALEGRÍA, TRISTEZA, GOLES, DEFENSA

¡UN ATLÉTICO GOLEADOR!

En algún momento Simeone se estudió a sí mismo, e intentó desentrañar esas veces que la gloria fue un globo que al tocarse explotaba. ¡Esas dos finales de Champions y más! Perderlas así. Sobre todo la del cabezazo postrero de Ramos, hundiendo puñales de infortunio en su pecho y en el de toda la afición. El equipo modélico, de perfección defensiva, que tuvo al City con la pólvora mojada, que pudo derrotarlo, que en Europa nadie quería. No ganó la Champions porque faltaba algo, ese instinto asesino de hundir al rival cuando necesita atacarte. Esa felicidad del defender necesitaba el aguijón que mata los partidos. Con uno cero el miedo no muere. Este año al Atlético sí tiene esa muerte súbita entre sus dientes. Golea.

EL TIEMPO Y LA DUDA

Xavi se pelea con su sombra. Marca un camino y se desdice. La dura realidad. Ya no están los que sabemos. Ellos eran el sistema. Ellos eran el juego bello, ganar mientras el contrario perseguía sombras esquinas, como de tigres que aparecen y te devoran. Volverá aquel Barça dice, pero será muy difícil, tanto como que vuelva el Madrid de Cristiano, Benzema, Kroos, Modric... Tres Champions seguidas. Los jeques y la Premier los ahogan, les quitan los grandes jugadores. El Madrid ficha estrellas antes de que lo sean. El Barça hace lo que puede exprimiendo la cantera antes de tiempo. Estoy seguro de que no hay otro entrenador mejor para el Barça que Xavi. El problema es el tiempo y la duda, algo que los grandes no aceptan.

EL RENACER DE MORATA

Casi todo tiene su momento cuando hay paciencia, esperanza e irreductible decisión. Funciona en la vida y sobre todo en el fútbol, porque las cualidades han de estar cuando uno juega en un gran equipo. Llevábamos un tiempo esperando a Morata. Sabíamos que llegaría su explosión goleadora. Siempre estaba ahí, y lo intentaba, y se le iba por unos milímetros, y el portero con el azar en los ojos la paraba... Se peleaba con los enemigos en el centro, por las bandas, en el área, pero el gol llegaba menos de lo deseado, aunque algunos fueron proverbiales. Ahora está feliz. El trabajo largo al fin aumenta la dosis de fe, los goles caen más, y el equipo brinda por el acierto de tenerlo.

ALONSO OTRA VEZ

Con la pista mojada el coche devalúa sus virtudes y emergen más la del piloto. La mecánica se iguala, el factor humano aumenta y tienen más fuerza el arrojo y el talento. Entonces surge el verdadero valor de Alonso. También cuando le dan un coche competitivo, como el el GP Brasil, donde siendo menos rápido que Pérez su defensa fue un espectáculo, jarabe necesario para esa monotonía de que gane siempre el mismo, y que sea imposible acercarse al cotidiano líder. Alonso es un privilegio para la fórmula 1, porque rescata la vieja leyenda de la batalla enconada, el factor humano, que es lo que rescata la palabra emoción. Increíble cuánta maestría y templanza. Cuánto talento buscando el coche necesario.

Documentos adjuntos:

Marca. Las cuatro esquinas. ¡Un Atlético goleador!